martes, 8 de marzo de 2016
Diosa y puta.
martes, 2 de julio de 2013
#Final
martes, 28 de mayo de 2013
H a Z
viernes, 17 de febrero de 2012
No necesito nada
miércoles, 9 de noviembre de 2011
día
jueves, 20 de octubre de 2011
200 Años

miércoles, 19 de octubre de 2011
Una Vez Más
miércoles, 6 de octubre de 2010
Encontrarte
Si tú aún me estás leyendo
Dime dónde y cuándo
Que yo quiero encontrarte.
En el rincón que sea te voy a buscar
De todas maneras, no presumas más
Que sólo te quiero mirar
Para ver en tus ojos lo que cambió.
Quiero encontrar mis palabras,
Esas que te regalaba cuando mal estabas;
Porque sólo ahí me necesitabas
Y yo siempre me quedaba.
No tiemblo al pedir verte
Ni temo a tus palabras simpáticas.
Más pierdo el tiempo entre tus sueños
Que con mis deseos.
Cuando te encuentre y te mire de frente
Seguiré caminando sonriente
Con el regocijo de haber logrado
Llamarte con el pensamiento y encontrarte cambiado.
jueves, 8 de julio de 2010
De aquí en adelante*
viernes, 21 de mayo de 2010
acá
lunes, 5 de abril de 2010
miércoles, 31 de marzo de 2010
Cumbia Cebolla

jueves, 25 de marzo de 2010
por favor

lunes, 22 de marzo de 2010
juntos

jueves, 18 de marzo de 2010
El mito y magia de mis colores
Morado
A pesar de que siempre renegué de los tonos lilas – morados... en un momento me encandiló, quizás lo tenía reprimido... malas experiencias, no sé. Hasta que conocí los mejores morados, momentos teñidos de ese tono que no ha abandonado mis días. Sin querer, cada día se torna más morado, me hace sentir cierto respaldo, cierta seguridad; que nunca estuve sola y que siempre estuvo conmigo... sólo tenía que mirar un poco más la simpleza de su esencia.
Lo que más me gusta es que no existe sólo un morado, hay de distintos matices y texturas, pero todos llevan esa esencia exquisita que es la que me ha llevado a perdurar el antojo y rodearme de aquel, mi casi mayor favorito, color.
Blanco
Han pasado casi once años desde que conocí la magia del blanco. Antes no era más que la parcialidad de las cosas, era como... mmm, blanco. Un día, el blanco tomó mi mano (más bien un dedo) y todo cambió. Las cosas ya no eran tal, la vida ya no era así desde aquel enigmático día. Me di cuenta de lo que envuelve y cómo lo hace, con qué dulzura envuelve las miradas, con qué mística se pasea frente a mis ojos y tiñe todo a su antojo.
Debe ser desde ese momento que cambié radicalmente, que mis días fueron tomando otro curso y no me arrepiento, no me duele... al contrario... es todo lo que quería de mí. Desde esa vez que otras palabras se tomaron mi boca y otros conceptos cambiaron en mis sueños... el blanco, su luz, la claridad y yo misma seguimos ahí.
Azul
Me acuerdo perfecto un día que me senté a escribir una canción, ni muy presionada ni muy relajada, pero debía hacerlo por necesidad y por que sí. Me costó encontrar el camino pensando en el contexto en el que vivía. En un momento, se reflejó ante mis ojos el misterio azulino que había marcado mis últimos pasos y también, mis últimas sonrisas.
No quería que la historia fuese tan perfectamente contada, quería ponerle de mi cosecha y al terminar, me di cuenta de que las palabras solas se habían confabulado para decir de la manera más bonita que tus ojos escondían mi secreto.
El cielo estaba azul, pero intenso; mientras nosotros paseábamos como si nada más importara, como si nadie hubiese al lado, como si la historia hubiese partido ahí. Sabíamos que no, entendíamos el riesgo y lo asumimos. Por eso un día me fuiste a buscar al lado del mar azul, que no estaba bravo, pero se notaba agitado por nuestra presencia. Fuiste a demostrarme que ahí estabas y ahí te querías quedar, conmigo.
Esa historia del príncipe azul nunca me la he creído, eso es para las “princesitas” y por eso me negaba a creer en la magia de algo tan casual y tan cercano. Pero la historia es así, bonita, simple, natural... azul.
Amarillo
El día que decidí cerrar ese libro tormentoso, decidí que todo lo que tenía que ver con aquellas historias debía borrarlas también, me debía deshacer de todo y comenzar de cero una vez más (como si fuera una mala talla). En aquel momento saltó a mí como un rayo de sol que iluminaba el gris momento en un invierno bastante frío, la palabra precisa de quien era parte de esa mala historia. Al principio no lo comprendí, no lo descifré. Pensé hasta que era una más de las malas jugadas de ese libro. Pero no era así... estaba de mi lado para iluminarme, para regalarme un solsticio acogedor, un amanecer diferente y me pintó el camino (sí, como a Dorothy en el mago de Oz) para encontrar el buen puerto y partir definitivamente. No puedo ser injusta, no fue el único rayo que recibí, pero quizás el más trascendente.
Eso fue como ganar mi propia batalla, porque esta vez se trataba nada más que de mí. Fue encontrar en alguien más las verdades que yo veía por mis ojos, era saber lo que pensaba, era encontrar las respuestas exactas a mis preguntas imprecisas y de la misma manera desde el otro lado, desde él.
Esto era más simple que la palabra amigo, era el significado consumado, era el recreo a las conversaciones densas, a los problemas diarios... era él y yo. Y no era... es, porque cuando uno encuentra a alguien (y alguienes) así, perdura.
Puedo decir con toda la certeza que caracteriza a mis palabras, que no hay distancias, ni pueblos, ni kilómetros, ni días ni años que liquiden esto, eso... todo.
Celeste
Éste es el que menos me ha gustado, es un color muy pastel, no es ni de allá ni de acá y eso me carga; al principio se hace el bueno, el claro, el listo... pero van pasando los días y el color se agua y cambia su esencia. Se ensucia fácil, se deja llevar por lo de más, ama lo externo... es un color que engaña. No sigue su línea si no que la de los de más, te envuelve con su dulzura inicial y luego... como si nada, deja ver su real color interno. Pero se sigue haciendo el bonito, el buenito. Por eso no trasciende, por lo mismo no queda, por lo mismo se borra... por eso ya no está.
Y al final terminamos descubriendo que nunca tuvo un poco de magia.
Rojo
Mi vida siempre ha estado marcada por ese color… al principio creía que era porque corría en venas, pero después entendí que yo misma marcaba el camino, que empezaba desde mi origen y terminaba en cada frase que mi boca resaltaba dentro de una discusión… Vestirme de rojo, pero desde adentro, dirigida por la pasión de mis palabras, de mi historia, de mis consecuencias. Si hay algo que he podido valorar durante los años… ha sido la versatilidad de mis pensamientos, pero que aterrizan siempre en el punto inicial. Respeto, valor, pasión, ímpetu: YO.
Verde
El verde me envuelve, me llama y me suelta de vez en cuando. Está ahí presente y cada momento que puede, se cruza en mi camino para que yo, como si nada, vuelva a caer.
El verde es bonito, es natural, es simple, es encantador… Hace unos meses lo tuve acá en mis manos, después de tanto tiempo. Y como si hubiese estado escrito, la fusión fue total… colores, llamas de fuego, luz, sonrisas, ninguna culpa, el pasado enterrado y los colores jugando entre nosotros. Sentimos que no había nada, sentimos que estábamos los dos, sentimos amor…amor fugaz, amor terrenal, amor natural... amor contenido. Y ahora… ya somos dos, dos distintos, dos reales, dos amigos.
lunes, 1 de marzo de 2010
martes, 23 de febrero de 2010
canciones perdidas*

A un día de cumplir muchos días sola, me he dado cuenta que a veces eso es mucho mejor que vivir irrealidades creadas por alguien, que te engatusan y que juegan con tu estabilidad emocional y hasta mental. No lo digo por despecho, no lo digo por un amor imposible... lo digo por lo que veo a mi alrededor y lo que leo entre las líneas de todas las historias. Me di cuenta de cuánto una pierde, a veces por distracción, otras por obsesión y muchas por las dos.
Mis días siempre han sido acompañados por la música, ella marca ciertos pasos en mis caminos, me hace gozar más de algunos y sentir mayores nostalgias por otros. No es raro que en el amor marque un espacio importante. Y es ahí dónde radica mi problema. ¿Cuántas canciones dedicadas he perdido?, ¿cuántas frases simples, pero bellas, he debido dejar en el pasado por mal relacionarla con alguien?... todo esto, parte de la premisa de que no se puede dedicar un mismo verso, menos una misma canción más de una vez. Porque no hay ninguna historia repetida, porque no hay ningún otro igual al pasado, porque cada amor tiene su ciencia. Y bajo esto, una canción dedicada, es una canción futuramente perdida.
Me cuestiono mucho si lo volvería a hacer, porque después de todo, prefiero quedarme con la música que con el recuerdo de algo que ya pasó... y que no fue más que algo pasajero. Y el problema mayor... que muchas de esas canciones son mis favoritas.. ¿ahora qué hago? ¿cómo separo ese título con ese nombre?... al final, los “te quiero” y “te amo” son usados a diario y ni siquiera sabiendo si realmente sentimos algo parecido... ya no tienen relevancia... pero una melodía que no sólo suena en tu radio, si no que en tu cabeza... sería un crimen que hoy pasen a ser algo banal... me rehuso.
En este momento, opto por quedarme con mis canciones en mi silencio y que me acompañen hasta el resto de mis días y noches, buenos y malos momentos, distintos estados y mentalidades... pero ante todo, hoy me quedo con ellas y no transo perder ni una más.
jueves, 18 de febrero de 2010
eSto no es una declaración *
Cuando todo comenzó no le tomé el peso a lo que podría significar un día al lado tuyo. Siempre he creído que la magia de todo va en su simpleza.. pero esa simpleza máxima la encontré el día que me crucé en tu camino, por que sí: yo me crucé ante ti. Al principio fue mera casualidad, pero las siguientes veces ya no, algún plan había. El plan era responder a esa pregunta que se me venía a la cabeza de la intriga de tus ojos, de la intención de tu desaire, de la música en tus manos.
Lo acepto, yo te busqué... un poco más de lo que te he reconocido, un poco más de lo que yo misma me permitiría en otros tiempos. Y cuando pensé que me arrepentiría fue cuando me diste más razones para seguir buscando tus ojos entre la gente, entre los días.. entre mis noches.
Cada vez que me quedé callada después de tus palabras era para disfrutarlas y no para desquitarme de tus primeras indiferencias. Al final, esas marcaron la diferencia, esas me hicieron volver, esas me hicieron estar y seguir. Nunca dijimos nada el uno al otro, pero no fue fácil comenzar... cada uno por su lado y los dos a la vez estábamos llenos de enredos; sólo que “algo” no importó, cerramos lo ojos y nos dimos el primer beso.. de ahí en adelante, todos han sido los últimos porque así los disfrutamos.
Ya ni sé cómo sonreírte, para que te des cuenta lo bien que me siento ahí, así... pero eso... la simpleza de mi sonrisa es lo que tengo para darle a la simpleza de tu magia y vida.
*
jueves, 28 de enero de 2010
Sin querer

miércoles, 27 de enero de 2010
jueves, 21 de enero de 2010
La radio y yo
Hace un año prendí mi radio AM y era "JuanGa" el que encebollaba mi entorno, que hacía vibrar el pecho y ponía los ojos lagrimones.
Cuántas canciones pasan por esa transmisión... y el locutor de voz ultra grave acota con alguna frase cliché para presentar el tema de la semana.
Estaba yo sentada al otro lado de mi ventana, tomando sol e intentando resolver un poco el entuerto en el que he caído.
Justo en un momento de pausa en mi mente me despierta el enunciado. Y con él la guata se me estrujó y cerré los ojos para no creer. No podía ser yo ahora la que estuviese en ese lugar. No es por gusto, pero soy yo siempre la que sale pa' atrás en las relaciones amorosas, la que pierde más fe que las sonrisas ganadas... pero ahora no era así y al contrario de lo pensado y lo "normal", no lo disfruto... lo paso mucho peor.
Él era el tipo ideal, a pesar que nadie lo conocía todos me lo decían, porque era un buen hombre. Así se proyectaba, al menos. Se preocupaba por mí lo suficiente, no rebasaba los límites; era atento, amable, chistoso y tierno a la vez, un hombre abrazable, confiable. Un tipo tranquilo dentro de lo normal, bueno pa' la talla, gracioso y coqueto, me daba seguridad; un hombre estable... emocional y racionalmente.
Teníamos lo suficiente en común para compartir y lo que no lo transábamos. Hasta sus desubicadas no molestaban.
Salíamos harto, improvisábamos, las cosas se daban espontáneamente. Nunca me pidió nada ni me dio de más. Todo en su justa medida.
Nunca hablamos de sentimientos porque sólo los sentíamos... pero nunca aclaramos las cosas.
Quizás, cada vez que le preguntaba a mi amiga ¿por qué no e encuentro con un hombre así? no medía las consecuencias. Porque lo encontré y lo tenía ahí, para mí.
No soy la más simpática, ni la más bonita, tampoco la más graciosa, pero lo tenía para mí.
No me daba siempre en el gusto, tal vez así me atrapaba, no me decía siempre que sí y no se moría por mí... por eso yo seguía ahí.
Pero él no me tenía a mí como yo a él.
Algo me pasaba que no sentía su mano tomar la mía, entonces venía otro y la tomaba y yo partía; partía con él, como partía con otros y nuevamente con él. Lo más extraño para mí es que no me sentía traicionada ni traicionando. Al contrario, sentí seguir mis instintos como nunca, sin hacer daño, sin sufrir, sin molestar.
Era simplemente otro ritmo, uno nuevo para mí. Era como cambiar de banda de boleros a banda de cumbias. Era como cambiar de un pastel de frambuesa a un plato de mariscos.
Era un cambio que no me molestaba; me acomodaba... pero nunca supe si a él también.
Un día creí que ya fue hora de aclarar nuestros puntos y le dije cuáles eran mis puntos sobre la i. También sonaba mi A.M. y me cantaba...
Y no era lo que yo precisamente quería decirle, pero él sí. Lo hizo,me lo dijo... no me dejó conversar, se tomó la palabra y se aprovechó de la canción para empujar sus palabras.
Muchas bonitas y simples declaraciones, apuestas al futuro cercano, advertencias de fidelidad y la amistad por sobre todo.
Yo lo miraba tratando de asimilarlo y decidiendo si callar y dejarlo hablar o sincerarme... porque en ese momento sí sentí la culpa.
Me tomaba la mano, me hacía cariño en el pelo y cosquillas en las mejillas con su barba saliente cuando me hablaba al oído.
Si lo veo desde afuera... el momento perfecto, que exquisitos minutos... cómo negarlo. Pero desde dentro se sentía extraño, frío, temeroso. Ahí me di cuenta que estábamos parados en distintas veredas, sólo que una parte de mí quería cruzar a la suya y otra tenía miedo y culpa.
Él seguía hablando y de cierta manera quería respuestas... yo me hacía la sorprendida, pero en realidad estaba muy confundida.
Nos callamos un rato, nos miramos,me abrazó,le apreté la mano y le dije:
"Esta es una muy linda ilusión que vamos a construir los dos"
Me miró, sonrió y me besó. En eso yo pensé: ojalá que esa ilusión no rompa tu corazón.
viernes, 15 de enero de 2010
soñé

sábado, 2 de enero de 2010
voy a olvidarte

No quiero ver tus ojos
No quiero que me mires al pasar
Tu boca me mentía
Sentía el sabor de la frialdad
Mis manos ya no tocan más tu piel
Sino que rozan tu cuerpo esperando amanecer.
Que fácil fue fingir
Que me querías y decir
Que me adorabas sin parar de sonreír
Y fácil es creer
Que no lo podría ver
Que cuando me besabas
Imaginabas el cuerpo de otra mujer.
Tu cara no quiero ver
No entiendo tu placer
De hacer todo al revés.
Decir cosas bonitas,
Regalar falsas caricias.
Es sencillo para alguien como tú
Que no sabe querer
Que hiere sin saber
Que en la vida todo se va a devolver.
Mataste toda mi fe
Todas mis ganas de amarte en el ayer
Ahora voy a olvidarte y sin querer
Voy a mostrarte como se ama realmente a una mujer.
No no, no voy a recordarte nunca más
No no, tus fotos las quité de mi pared
En mi mente no hay momentos que devuelvan el querer
Y en mi cama no hay esencias que te quieran otra vez.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
con el sol arriba*

Tantas veces he pensado en no estar en el lugar equivocado en tal momento preciso... pero lo estoy, ahora, ayer, anoche, mil veces y mil espacios atrás.
No es que todo sea un error, porque todo es lo que tiene que ser, he estado acá y allá tantas veces que sé como manejarlo. Sé como mirarte a la cara y no mentirte ni por un segundo, decirte que todo se esfumó tan cálido y profundo, que aquella vez que no huiste, fui yo quien pidió que desapareciera en el humo.
Entendí que las cosas para ti no son como para mí, la sinceridad no está ante todo, si no que tu permanencia y tu persistencia. Yo te miro a los ojos y entiendo que estamos en paralelos diferentes.
Esta noche fue distinta, fue noche del pasado, fue volver a quinto básico y huir entre los pasillos jugando con los amigos. Volví a sentir ese calor de la gente tan real, de la vida tan en su esencia y de las manos apretadas.
Sentí el cosquilleo de mi sonrojo, volver a las manos temblorosas y las palabras innecesarias. A ser niña y mujer a la vez, a susurrar secretos para poder encender esa chispa con la que una vez soñé.
Después de tanto y tanto, de sueño y desvelo, de cantos, temas y recuerdos… tengo saldos a favor. La razón, como primera y gran ganancia. De segundo logro un anotado en mi almohada, un sueño diferente y una espina desclavada. Como tercero gané la sinceridad, la coherencia y la afinidad de quienes siempre están. Y por último… tantas sonrisas por ahorrar.
Al fin del cuento, al terminar los días… el sol está conmigo, me sigue y va sobre mí.
domingo, 6 de diciembre de 2009
deja la vida volar

En tu cuerpo flor de fuego
tienes paloma,
un temblor de primaveras,
palomitay,
un volcán corre en tus venas
Y mi sangre como brasa
tienes paloma,
en tu cuerpo quiero hundirme
palomitay,
hasta el fondo de tu sangre
El sol morirá, morirá,
la noche vendrá, vendrá
Envuélvete en mi cariño
DEJA LA VIDA VOLAR
tu boca junto a mi boca
paloma, palomitay.
¡Ay, palomay!, ¡Ay, palomay!
En tu cuerpo flor de fuego
tienes paloma,
una llamarada mía
palomitay,
que ha calmado mil heridas
Ahora volemos libres
tierna paloma
no pierdas las esperanzas
palomitay,
la flor crece con el agua
El sol volverá, volverá,
la noche se irá, se irá.
Envuélvete en mi cariño
DEJA LA VIDA VOLAR
tu boca junto a mi boca
paloma, palomitay
¡Ay, palomay! ¡Ay, palomay!
VÍCTOR JARA
sábado, 5 de diciembre de 2009
10 - 4

sábado, 28 de noviembre de 2009
nubes
Ese día yo estaba acostada en el pasto mirando al cielo, había muchas nubes y empecé a contarlas y a jugar a qué se parecen.
Vi una que era igual a la flor que me diste esa noche, que arrancaste de un jardín, la acomodaste y me la pasaste. No dijimos nada. Sólo sonreí y en tu cara vi una de esas risas de niño que tanto me gustaba.
Había otra que estaba más cerca del sol y que se iluminaba, esa se parecía a nuestras dos manos tomadas de aquel paseo que dimos por el mar, por la orilla, por la espuma y que en la arena se convertía en sal…
Frente a mis ojos, una nube que era igual a tus ojos; yo sentía como me miraban y cuanto brillaban. Eran como algodones de azúcar profundos y cálidos. Y a ratos una mezcla de ti y de mí. Esa era mi favorita, porque volaba pensando en esos ojos, me daban ganas de arrancarlos del cielo y guardarlos en mi almohada. Los miré fijamente mucho tiempo, pensando que quizás así… tú aparecerías.
Me dormí pensando en ti, hasta soñé contigo… recorríamos puras estaciones de nubes riendo como solemos hacer, poniendo caras para molestarte y tú con tus dedos me hacías cosquillas en las costillas para enojarme. Pero nunca lo lograste, no me haces enojar, porque nos entendemos bien, porque sabes lo que quiero y yo sé para donde vas… estamos juntos en esto, ¿te has dado cuenta?
Desperté porque sentí un cosquilleo en la oreja. Y eras tú… habías llegado a buscarme, a contarme un par de cosas, a buscar la guitarra y cantar, a jugar entre los árboles… a decirme tonteras y a reír. Paseamos un poco, tomamos un helado, pasamos el calor y nos miramos mucho rato.
Yo le dije de las nubes y él las tomó y con cada una me dibujó.