sábado, 5 de diciembre de 2009

10 - 4


Me da la impresión de que nada más importa cuando estamos los dos. Cuando las sonrisas son el riel del camino y no hay signos pare de silencios incómodos. Donde las advertencias sólo son "sonría, le están coqueteando" o "no se admiten mentiras" o mi favorita "siete sonrisas para la estación esperanza".
Cuando estamos los dos el cielo está de nuestro lado, se nubla para que me abraces y se abre para que me extrañes. Las palabras explotan solas, tus tonteras y mis manías. Por la calle la gente no nos mira porque no percibe nuestra fantasía de ser personas extrañas jugando a vivir la vida.
Cuando algo pasa yo te miro y ya sé que estás pensando y soy capaz de, con una mueca, resolver tanto encanto. Cuando tú me miras sabes bien lo que ves, una niña sin disfraz revoloteando tu cabeza y asaltando tu querer.


Yo no tengo una palabra para decirte a la cara, sólo tengo juegos y sueños de mañana. Pero sé que no necesitas que te diga nada, porque entre los dos los códigos que existen delatan la mirada.

10 - 4

No hay comentarios: