miércoles, 29 de julio de 2009

La Puerta Abierta


Un domingo atrás salí a caminar y en e camino encontré una puerta entre abierta, más cerrada que abierta, pero estaba ese curioso espacio.
Cuando la vi sentí como si hubiese brillado, era extraño dentro de aquel bosque toparme con algo así; luego pensé que si me la encontraba debía existir alguna razón; en ella, cruzando su umbral, algo tenía que descubrir.
Me paré frente a ella y la miraba fijamente, quizás alguien salía o puede que se abriera con el viento; luego de diez minutos de observarla sin descuidar detalle... me acerqué. En ese momento sentí algo extraño en mi cuerpo, como una invasión, calor y frío, algo de mareos y cosquillas en la guata. No lo podía entender ¿por qué esa puerta provocaba tanto en mí?

A esas alturas ya oscurecía, había frío, la gente ya no pasaba cerca... y yo sentía como un imán... unas ansias imposibles de omitir por querer pasar ese umbral, por cruzar, tomar la manilla y empujar la puerta y dejarme envolver por el misterio de aquello.
Pensaba mucho, que era riesgoso, que podía encontrarme con sorpresas de todo tipo, que si entraba quizás nunca saliese... pero... ¿pero qué podía perder? quizás podía ganar mucho más de lo que dejaría detrás de mi espalda. Seguía confundida. miraba para todos lados, busqué en el cielo las nubes por si me decían algo, pensaba y pensaba... recordaba tantas cosas, tantos consejos.
En ese momento entendí que si mi corazón decía: entra, yo no debía dudarlo ni un minuto y caminar hacia la puerta. Cerré mis ojos, pensé en la gente, en mi gente... me despojé de caprichos y de prejuicios y entendí... debía entrar.

Un respiro, una mirada hacia atrás y partí. Tomé la manilla, empujé la puerta, volví a cerrar los ojos y la abrí. Temblaron mis piernas, mis manos y mi cabeza, el corazón palpitó tres veces más fuerte y más rápido, sentí un calambre interior inmenso.
No alcancé a abrir los ojos cuando ya había cerrado la puerta, sin explicación, sin mayores preguntas... la dejé bien cerrada, volví atrás y caminé, esta vez más fuerte... llegué a mi casa, entré a mi pieza, me recosté en mi cama y dije: YA CERRÉ LA PUERTA.

jueves, 23 de julio de 2009

playa


No sé si necesito caminar, necesito un respiro...
puede que corra, puede que grite... puede que mire al cielo y cuente las nubes.
Respiro del sol que se asoma en mis días, busco la paz que las olas me insitan; toco la arena y su calma se palpa, vuela mi pelo, vuelan mis sueños, vuela mi locura y un poco de la soltura.

No busco pretextos ni frases escondidas en estos caminos de hierbas y piedras; lo que busco es encontrar la silueta de la que fui aquel día en que en tus ratos libres encontraste mi sonrisa.
Hoy estoy de pie firme y conciente buscando mi frente, mi ritmo y mi durmiente; no ando cansada, estoy motivada a hacer de mis días un cause prendido, un fuego latente y un viento imponente.

En cada susurro yo encuentro un secreto, en cada sueño sé tu desvelo, por cada rincón reflejo mi alma y en cada espejo está mi mirada.

Mi alma es frágil de mentiras y dolores, pero las tapo con tapones de alegrías que voy acumulando en cada minuto que me han regalado; tengo un escudo de sonrisas y un traje anti tristeza, que lo uso cada vez que pierdo la cabeza.

Creo mucho en la sonrisa, más que en una frase de dicha... pero cuando esa sonrisa se quiebra, ¡dime cómo no perderla! porque me gusta guardarlas en mi cajón para ellas y que duren lo que dure tu mirar en mi pecera.

Ya respiro tranquila, hondo y con paciencia, tengo el corazón brillante y la cabeza en el aire... hoy estoy segura que lo que gana es mi locura y las ganas de que todo sea una linda caricia.

jueves, 16 de julio de 2009

yo


ÉSTE ES MI DÍA

martes, 14 de julio de 2009


sé que no entraste en vano
sé que no me encontraste por azar
sé que me buscaste en tu mirar

sé que no te irás sin pensar



...espero que no des la vuelta sin luchar
espero que estés en paz...

domingo, 12 de julio de 2009

soñé que había pasado mucho tiempo*


Desde pequeña voy acumulando sueños, sueños de toda índole: posibles, imposibles, creíbles e increíbles, de vida, de amor, de creación, de estrellas y flores.

De niña que creo en el creer, que sueño con el soñar, que respeto el respeto y que busco el sentido de sentir.

Si me mienten yo no miento, si me pegan yo converso, si me atacan yo calmo, si me hieren yo... yo sólo me esfumo.

De niña que crecí queriendo ser yo, queriendo buscarme hasta encontrarme y aquí estoy, conmigo sentada a mi lado, tratando de no vagar en lo obvio, tratando de ocultar mi miedo e intentando jugar a sonreír.

Desde que me encontré que soy feliz... el problema es que la gente suele perderme, tratan de distraerme y embolinarme el alma. Cuando soy un punto fijo me dispersan y cuando quiero dispensarme me juntan.
No sé si no me entienden o si son sólo tropiezos del camino; camino que no ha sido nada fácil, que se llena de humos y me marea, pero siempre sigo en él, firme o no... aunque no tambaleo.


Días atrás que voy de nube en nube, saltando y jugando, a veces sola; a veces no... pero no está en mi ritmo y tal ves por eso se aleja, se pierde... ¡yo no me quiero perder! (grito como niña chica), espero me escuches bien.

De niña que acumulo sueños y no los pierdo de vista, están en cada estrofa de mis miradas. Sólo que a veces se aguan por las lágrimas de la vida ¿será que crecer es tan difícil?

Como cantaba Congreso: "Tengo miedo mamá, yo no quiero crecer, yo no quiero dejar de ser niño".

martes, 7 de julio de 2009

quémame los ojos


Deja que tus ojos me vuelvan a mirar
deja que tus labios me vuelvan a besar
deja que tus besos ahuyenten las tristezas
que noche tras noche me hacen llorar

Deja que la luz retorne a mi alma
para que lo triste se marche de mí
déjame sentirme dormida en tus brazos
para que mi ser se llene de ti

Deja que mis sueños se aferren a tu pecho
para que te cuenten cuan grande es mi dolor
déjame estrujarte con este loco amor
que me tiene al borde de la desolación

Deja que mis manos no sientan el frío
el frío terrible de la soledad
quémame los ojos si es preciso vida
pero nunca digas que no volverás


[ Javier Solis - quémame los ojos ]

viernes, 3 de julio de 2009

tiempo y tiempo

Qué curioso... reencontrarnos hoy después de tanto tiempo. La última vez que te vi, recuerdo perfecto; me dijiste que no podías volver a verme, que ya el camino nos separaba, que estábamos grandes y habíamos decidido cada uno por sus sueños... dónde no cabíamos los dos.

Hoy después de tanto tiempo te veo tal cual, te noto niño, con esa mirada juguetona y las manos temblorosas; nervioso como la primera vez que salimos juntos a caminar, distante y cercano... preguntando por el presente, hablando de algo tan ajeno a mí como tu vida después de los dos. Yo te miro, te contemplo... pienso en silencio que si nunca hubiésemos acabado hoy qué sería de mí. Interrumpes mi secreto y me preguntas por mí, mis estudios, mi familia, el amor... el amor... siempre caemos en eso ¿no? el amor ahora es cosa mía, del amor ya no te preocupes - le digo - que bien lejano decidiste estar de aquello.

Después de tanto tiempo me ve tal cual, como si aun tuviese esos ojos que perdonaban hasta su más absurdo error, como si cada beso que me dio fuese una cuenta de ahorro para mitigar todos los días que llevamos lejos. Él cree que yo olvidé la última conversación, que en mis noches lo recordaba y aún sentía su olor...
está lejos, estuvo lejos mucho tiempo y hoy está lejos de la verdad... él cree que yo siempre estuve rondando sus días... no entiende que yo sólo jugué mis cartas, viví mis segundos y disfruté mis momentos... la vida seguía para mí... ¿y para él?

Ya pasado los minutos, sus conversas, sus manos cercanas y sus ganas de volver a verme y que lo recuerde... yo lo miro, le pido tiempo, le digo que yo siempre he respetado, que hay cosas que pensar...

Un beso, dos "chao que te vaya bien", tres pasos alejados, una vuelta de vista y él me cierra el ojo.
Yo ya lo olvidé.

miércoles, 1 de julio de 2009

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RETIRADA RETIRADA



bienvenido julio