El día que decidí crecer, tomé muchas malas decisiones
a la vez, tomé las mejores.
El día que decidí nacer, alguien se ocupó de mí
otros se incluyeron en el camino y varios abandonaron el tren.
El día que decidí creer, los ojos se llenaron de pena
la vida me enseñó a volver y ya no me duele tanto caer.
El día que decidí saber, me alimenté de mucho de usted
y por cada duda que tengo miro su cabeza asentir.
El día que decidí volver, tú no estabas preparado para verme feliz
así que tuve que retroceder y dejar de sentir.
El día que decidí mirar, tus ojos se llenaron de brillo
al entender que ya no era la niña de ayer.
El día que decidí despertar, mis horas tuvieron razón
y el latido del corazón se aceleró.
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