viernes, 21 de marzo de 2008

grita - grita - grita



La calle está más pesada, los pasos se quietan con el camino, las nubes bajan a la altura de mi cara y el corazón queda tapado y mudo en frío…
Cada vez que apareces tú…

Ahora todo se confunde cuando tu voz atraviesa mi mente y mis recuerdos, ¿te acuerdas el día que pusimos final a la entuerta historia que nos asedia? La pena no me invade, ni los recuerdos ni las fotos ni la gente ni la vida. Me atormenta saber qué tan cerca estás aún aquí para estar tan lejos, como me llaman tus ojos al pasar, como nuestro aire vuelve a mezclarse cada vez que te sueño, como me llama tu mente y suena el teléfono de tu cocina, como la señora del almacén cuenta nuestra historia a sus aburridas clientas, como se alimentan tus amigos de palabras de mí cuando ríen de todo lo que pasó…. Y yo aquí sigo recordándote a ratos, viajera, lejana… y tú sigues cuidándome, pasajero, cercano.
El día que decidiste marchar, tirar por la ventana de tu cuarto piso todo nuestro amor, mover las olas de la quinta región para que se lavaran de nuestros cuerpos desnudos, callar todo el barrio bellavista para que oyera nuestra canción… de amor acaso; juntar cada pedazo de amistad que unimos para convertirla en átomos de recuerdos y vivirla como la eternidad feliz.
¿para qué?
Para venir un día después, sentarte lejano, mirarme a la cara y reprochar mi cariño, mis palabras, mis abrazos y hasta mi gesto de humanidad hacia tu confusión. Mirar tu boca sin entender palabra, tocar tus manos sin sentir tu humedad, volver la vista sin sentir tu presencia.
Cruzaste la calle, me gritaste un par de cosas, pateaste a tres perros indefensos y un gato flacucho; me volviste a mirar mientras yo abundaba en tristeza. Te callaste. Seguiste la calle. Pasó la micro y te llevó pero debajo de ella. Acabaste tu vida odiándome y sintiendo rencor mientras yo sólo pedía despertar. Te fuiste, no volviste ni volverás.


La avenida está vacía, avanzo segura y ligera por la autopista, llego más lejos con el sol detrás de mi cabeza y mi alma vuela libre por el aire…
Cada vez que desapareces tú.

lunes, 17 de marzo de 2008


No existe el momento exacto, no hay un punto de partida
No fue el instante en el que entraste a mi mundo ni tampoco cuando yo atravesé tus ojos
No era el tiempo en que me abrazaste prohibido por la oscuridad, no fue el tiempo cuando yo tomé tu mano para que me acariciara
En el segundo en el que me tomaste por princesa y en que yo tomé tu boca, no fue
Cuando ese período creó en nosotros noche, frío y amor; la vida nos entregaba una negativa segura, no empezó
El minuto en que estuviste en mi cama y en los segundos en que miraste mis ojos para decir “te quiero”, tampoco fue
La hora en que decidiste estar lejos de mí y en que yo llevé tu oreja a mi pecho para que oyera lo que mi alma tenía que decirte, no sucedió

Fue… fue en el momento en que tú por las noches pensabas en mí y hacías que yo soñara contigo, despertara pensando en ti, en la mañana te viera y tus ojos brillaran… ahí fue.

martes, 11 de marzo de 2008



Mr Bean fue nuestro primer cupido...
¿Te acuerdas?, sin duda no fue el único y seguramente seguiremos teniendo, pero esa cara inóspita, falta de color y serias muecas fue lo que nos hizo perder el sueño una nublosa noche y reír casi sin sentido mirándonos a los ojos.
Quizás las primeras veces en que osamos a mirarnos a los ojos y no dejamos de hacerlo jamás, cada vez que nos convertimos en tiernos cómplices.
Hasta el más lejano amigo ha jugado como cupido de esto, intentando hacer tácito algo que se sabe, pero extrañamente no se reconoce.
¿Tiene alguna explicación? Tu temor a sentir cosas de más y mi rechazo a voltear la historia una vez más.
El último cupido que nos cautivó fue un tierno dulce tipo `loly’ que quería sacear nuestra sequedad en la boca sin ser nosotros directamente, que jugó entre los dos ¿cómo lo habría hecho para darse cuenta también?
Es que está en nuestra piel, en los ojos, en la gente, en los momentos, y en el instante en que toqué tu timbre y tú saliste y me dijiste: ¿si? Yo te miré y sin pensarlo te dije: sí.

"Me cansé de ser menos que un amor y más que una amiga"

miércoles, 5 de marzo de 2008

ya está



Mi verano fue una sincronía entre pasos, saltos y desventuras; una jungla de momentos inexactos y un manjar para cualquier literato.
Cada momento ahora se vive distinto, porque yo soy distinta, porque ya no soy esa que hace un tiempo te miraba a la nariz evadiendo tus ojos, ya no soy la que tocaba tu mano creyendo en tus palabras, ni tampoco la que pasea por las plazas buscando un lugar tranquilo para pensar.
Este verano en particular, por sí solo me hizo pensar, tanto más de lo que yo esperaba y la gente igual, encontré en mí cosas que necesitaba para volver a respirar tranquila, claro que pisas Santiago y todo se vuelve a enredad. Pero me mantuve lo más ajena posible a la irrealidad de la historia no contada.
Estos meses llenos de sol, vacíos de melancolía y ambigüedad hicieron de mí, algo que no reconocerás jamás.
A mí!

domingo, 2 de marzo de 2008

sincronía natural


Cuando hay dos manos amigas y tú nunca lo imaginaste, cuando llega sin previo aviso pero con todas las ansias de que estuviese aquí.


A pesar de que no aprendí a caminar al lado tuyo, que en mis primeros nombres que aprendí no estabas tú, que cuando salí a jugar a la calle no iba a tocar tu timbre para que salieras, que en mi primer día de clases no eras mi compañera de banco, que cuando me empezó a gustar el primer niño no fue a ti a quien se lo conté, que no bailé junto a ti las coreografías de backstreet boys y que no me creí junto a ti una spice girl, que cuando me cambié de colegio no sufría por separarme de ti, que la vez que di mi primer beso no te lo conté a ti, ni mi primer pololo, ni mi primera vez, ni la vez que lloré por una pelea familiar o cuando escapé de mi casa o cuando fui feliz porque al fin salí del colegio, ni cuando quedé en la universidad, ni las buenas vacaciones que tuve después de eso…


[pausa]


Pero un día te vi, te conocí y reconocí en tu mirada que nada de eso importaba, a pesar de lo importante que fue para mi vida; que era como si siempre hubieses estado ahí y no necesitaba contarte todo con detalle. Vi a la persona que estaba en frente mío y supe que era quien, desde ese momento hasta siempre, iba a estar al lado mío, como si fuese yo… a veces más yo que yo. Esa cosa que sólo las dos comprendemos y que no necesitamos explicar… esa amistad de guatita, ese parecido, esa hermandad, esas cosas que dice la gente y a lo que nosotras sonreímos cómplices porque sabemos de qué se trata… de la simple sincronía de dos vidas que se encontraron al fin para nunca separarse y ser una por la otra, sin espacios, sin recelos, sin angustias…


Me lo dijiste así tan simple y yo lo adopté a mi corazón para siempre: “TODO ES NADA CUANDO SE TRATA DE TI”. Yo sólo puedo decir bis y hacer mías tus palabras.