jueves, 28 de enero de 2010

Sin querer



Sin querer me puse a pensar, quizás un poco de más, en lo que podía pasar.

No te niego que me da miedo... hace un tiempo decidí hacer como que no te conocía, que nunca hubo nada. Y por lo mismo, ahora que vuelvo al mismo lugar casi tan igual como hace unos meses (algo crecida, algo más segura, algo más tranquila) me da miedo volverte a encontrar, volverte a conocer, volverte a enamorar.

Si soy más sincera aún, me da la impresión que guardo ciertas consideraciones contigo, pero racionalmente no hay nada en mí que te quiera volver a sentir. Contigo aprendí que la mentira rebasa sentimientos, que antes que amar hay que desconfiar y que la inseguridad se basa en las propias falencias. Aprendí también a no creer, a no caer ante tus ojos, a contener mis emociones, a fingir que nada importa.
Contigo perdí batallas de sonrisas y gané temores a la compañía. Gané amistades y futuro y perdí tiempo y reconciliaciones.

Si vuelvo ahí no es por ti, solo que la vida es así y espero que no te atrevas a mirarme a los ojos ni a mencionar mi nombre, solo admito algún saludo indiferente o la evasión de tu mirada.
Si vuelvo ahí tal vez no me reconozcas, quizás me mires mal, quizás me extrañes o puede que me llames.
Pero si vuelvo ahí, es por mí.

No hay comentarios: