jueves, 24 de julio de 2008

ayer y hoy


ayer te vi... casualidad, destino, debilidad.. quién sabe

te vi en tu bici como hace algunos años, cuando andabas con tu pelo suelto, escuchando unos temas fuertes y con la polera que a mí tanto me gustaba. Ya no estás tan igual, tu carita de guagua de la que me enamoré creció, tu pelo está más corto y más desordenado, tu silueta está aún más delgada, los tatuajes gastados y hay algunos aros más en tu cuerpo que pude ver.

Ayer cuando te vi me acordé cuando ibas en tu bicicleta a encontrarme a la salida del colegio siempre con una excusa divertida para hacerme olvidar que la vida era cierta, dispuesto a sacar la sonrisa más escondida y a convertirme en lo que fuese para lograr los momentos. Me subía a tu bici, manejabas hasta la casa, entrábamos a la pieza y olvidábamos. Me subía a tu bici y recorríamos avenidas completas sólo para saber donde comenzaban y finalizaban... y por las calles buscábamos nombres para nuestros hijos, nuestras dos niñitas y para los 103 nietos que soñamos tener. Me subía a tu bici, pasamos por el almacén a comprar una casata de chocolate y dos palos de helado y nos íbamos al cerro a comer hasta más no poder y caminar entre los árboles.


Cuando te vi, en esa esquina, la precisa esquina donde un día me atropellaste y yo te grité muy fuerte y tú venías borracho y borrado, me devolviste el grito y me empujaste sólo porque me confundiste... ¿cómo pudiste confundirme? en la esquina donde comenzó nuestro repentino final... cuando yo corría a contarte que salió positivo, pero tu bici y tu empujón mataron las ganas y la vida que llevaba dentro; fui de urgencia al hospital y volví a mi casa para contarle a mis padres que había tenido y perdido un bebé a la vez...

En esa extraña esquina, con esa extraña bici, los dos y los mil recuerdos... corrí de nuevo a ti, te tapé los ojos y no sé cómo, pero me reconociste... mi olor, mi piel, intuición, quién sabe... me abrazaste fuerte, me subiste a la bici, me hiciste un cariño profundo, me besaste y entramos a tu casa...

todo volvió a empezar, esta vez más grandes, esta vez fue distinto... con más fuerza nos gritamos, con más fuerza me dijiste "mi amor", con más fuerza dormiste a mi lado y con más fuerza me fui.

No hay comentarios: