domingo, 24 de febrero de 2008


En la noche no es difícil llegar a mi hogar, hay gente por todos lados, paso desapercibida, mi semblante se siente tranquila. Cuando cruzo la gran puerta de mi edificio, me asomo al buzón por si es que algún banco quiere recordarme que la plata mata. Pero no, había un sobre amarillento con mi nombre y nada más, sólo un gran escrito dentro.

Me dolió la guata, subí al departamento rápidamente, entré, tire mis cosas, me recosté en el sillón y comencé a leer.

"Mi niña: tengo tanta nostalgia de ti, hace mucho que no sé de ti, es que tengo tanto miedo de volver a acercarme, no quiero hacerme daño, no quiero volver a pensar que lo nuestro si es posible, que la vida nos juntó para nunca separarnos... es que si fuese así, ¿por qué estamos hoy así? tan lejos mío, no lo puedo entender. Tengo miedo de que cada vez que nos encontremos volvamos a caer como si no hubiese nada más, pero lo hay. Tú decidiste comenzar esa nueva vida, junto a nuevas personas, en especial... él, quien tú dices que te hace feliz (perdona que te lo diga), pero de tanto tiempo que estuvimos juntos yo soy capaz de reconocer a leguas tu mirada, y él sólo está contigo, eras su mejor capricho que hoy tiene a su lado, pero no es nada más, porque él no está contigo desde dentro, él ama como se ven juntos y como los ven juntos...

No podía creer lo que estaba leyendo, fui a la cocina, saqué hielo, un vaso y me serví un whyski, me volví a sentar y seguí.

... No es que yo quiera molestarte mi niña, sabes lo importante que eres para mí, tanto como para atreverme a escribirte y declararte todo esto. No ha sido nada fácil para mí reconstruir mi vida sin ti, es tan raro, quería tanto estar lejos de ti para ahora andar llorando en los bares solo y sin ganas de estar con alguien tampoco. Ayer pasé por el parque, en ese que jugábamos y que soñábamos casarnos y hacer una gran fiesta a la orilla del mapocho, comiendo un rico asado con los amigos y bailando rancheras hasta morir. ¿Qué quieres tú ahora en tu vida? quizás ahora quieras un matrimonio por la iglesia, una cena impecable y gente de gala... tanto será que has cambiado. Si es así, me encantaría volver a enamorarme de ti, porque cada vez que te veo (porque te veo mucho y me escondo para no tener que pasar por esos incómodos: hola... emmm.. chao) creo que eres aún más maravillosa que el tímido día en que te conocí. Mi niña linda, no me hagas declararte mi amor a cada rato, sólo ven a buscarme, dame un abrazo y dime: te quiero, sólo eso.

Un beso enorme, ahí en el cuello donde te gusta y el abrazo más apretado de mi vida

Camilo"


Lloré, pensé muchas cosas, terminé mi vaso, me bañé y salí a caminar. Busqué mi cámara de fotos y fotografié momentos.

No hay comentarios: