
Tengo la intuición de que queda mucho por hacer
que las cosas recién van tomando un curso
que el camino está trazado con tiza y carbón,
el viento se ha llevado una parte de mí
y lo otro va quedando como un tatuaje en mis pies.
Tengo las manos partidas de tantas lágrimas que he secado
los brazos gruesos por tantas caídas que he tenido que levantar
las rodillas peladas por el peso de mi espalada que amortiguan
y tengo el pecho delgado de tantos suspiros que he dado.
Fueron 99 días de pequeñas risas y grandes penas
hoy son 99 días de ir escalando en la sombra de la hoguera;
hubo calor, frío, miedo, cansancio...
pero hoy ya hay sonrisas, ojos brillantes y cariños sinceros.
¿Cómo lo hago para no huir más?
Para enfrentar ese tibio cosquilleo,
para calmar las ganas de correr.
Soy yo, algo transparente,
pero soy yo la que quiere volver a saltar en las nubes de papel,
lanzarme por las lianas de lluvia, chapotear en la risa de tu cara.
Tú pudiste verme, me encontraste
me tomaste la mano y me levantaste.
Calma, vamos paso a paso
paso a paso
paso a paso.