Si hoy te tuviese que escribir, no sabría como seguir las líneas; tengo muchas palabras y muchos colores, tengo muchas imágenes y estoy repleta de olores. Pero aun así no sabría que escribirte.
Tengo una mano de sueños y otra de esperanzas, pero si te los digo rompo el juego, quizás podría cantarte una sonata que te cuente en secreto lo que yo voy caminando en tu desvelo.
Me encanta que me sueñes, que me ignores, que me llame; que mi nombre te aparezca en tu silencio devorado, que en tus noches dibujes mi cuerpo en las estrellas y que hagas de esto obvio algo imposible.
Llevas mi rostro guardado en tu cintura; mis manos, mis caminos en tu rodilla; en cada dedo llevas un sentimiento y en la palma de tu mano mi sonrisa.
Eso sí, no creas que robaste mi vida ni que eres pesadilla,; no pienses que por ti daría esta vida ni menos imagines que no existo sin tus mejillas. Yo contigo caminaría, reiría y compartiría lo que nos queda de días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario