miércoles, 19 de noviembre de 2008

nuestra historia


Nuestra historia no deja de ser cómplice de cada momento, es quien engancha un nuevo abrazo al tierno recuerdo de lo que no fue.
Es cada paso que nos acerca en un instante y que en los otros mil nos aleja, es cada vaso que guarda el cálido sabor de nuestros besos, que fueron alguna vez, motivo de nuestra lucha por creer, los dos en los dos, en el otro, en cada uno.

Las palabras se marchan cuando caemos en el monólogo de tus manos y en la impaciencia de mi cintura; los ojos se cierran atónitos por los momentos, nuestros sentidos explotan sus capacidades cuando se trata de los dos.

Nuestra historia no deja de decirme que tenemos alma, más viva que nunca cuando se une a la tuya, que tenemos cuerpo que se desvanece, que tenemos aroma y florece, que tenemos sentido... a ratos contrario, a ratos juego, a ratos sucio, a ratos quieto.
Casualmente apareces para salvarme y desapareces por ayudarme; prendes la ampolleta de mi indiferencia, provocas una sensación de lleno-vacío.

Soy inoportunamente amiga y a veces confidente, soy tu espejo y tu contradicción, tu consecuencia y tu karma, tu blanco - negro - rojo y calor; soy nada nada y todo todo.

Soy confusión, extremo, palabra, secreto y espera.
Y tú, tú eres... solo tú

No hay comentarios: